Del caso dramático irlandés, sacamos alguna que otra conclusión:
- Que si en Europa se tributa de forma desigual, desigual van a ser las relaciones entre los diferentes Estados y territorios integrantes.
- Que falta un pacto global sobre aquellas competencias que debe garantizar el Estado, y su Unión.
- Si compartimos un mundo global en las comunicaciones, en los mercados, en la ciencia y la investigación, en el mundo del conocimiento; tal vez, también deberíamos asumir realidades y regular las manipulaciones que desde el anonimato de ese mismo mundo global, acechan y amenazan las economías domésticas de millones de ciudadanos.
- Que algunas empresas y sociedades disponen y generan una riqueza igual o mayor que muchos países en los que están presentes. La diferencia es que no se gobiernan por reglas democráticas, y mucho menos acordes con los principios y valores de la sociedad en su conjunto. Y evidentemente están bastante lejos de todas aquellas garantías que la humanidad ha ido pactando, estableciendo en multitud de convenciones y protocolos. ¡Hay si Rouseau levantase la cabeza! Cuan lejos está aquel frontón en el que se enarbolaba la declaración de derechos del hombre.
Más Humanismo, y menos Mercantilismo.
Un abrazo, y me despido para preparar el baño de mi pequeña.
(insertat en : http://blog.jordisevilla.org/2010-11-22/la-recesion-ya-no-es-mundial-publicado-en-mercados-de-el-mundo/ )