martes, 29 de noviembre de 2011

Cartas a Cosme Modolell: QUIZÁS SOY DURO DE MOLLERA

Comparto en parte tu consternación, pero adolecemos de reconocer que hemos fallado en coherencia a la hora de reconocer la crisis sistémica que ya nos avisaban entes como el GEAB. http://www.leap2020.eu/Espanol_r53.html
Y que ha dado la impresión, primero por su negación, y después por el torrente desbocado de medidas y medidas para afrontar lo que nos había venido encima, que han calado hasta las trancas a l@s ciudadan@s, que ven como much@s vecin@s suyos, son despojados por los causantes principales de la crisis, del derecho constitucional a una vivienda (digna).
Un fuerte abrazo desde Xàbia/Jávea

domingo, 6 de noviembre de 2011

Cartas a Jordi: Tampoco es país para jóvenes.


Buenos días, Jordi,
 
Por hacer una descripción fisiológica de lo que también sucede en la cabeza de muchos y muchas personas, procederé a describir los síntomas:
-         sensación de hartazgo,
-         vientre revuelto,
-         arcadas recurrentes,
-         pocas de ganas de escuchar lo que se nos dice desde los noticiarios y los púlpitos (sagrados o laicos).

No se trata de gastroenteritis, ni cefaleas, ni gripe.

Sencillamente, ¡no me apetece seguir oyendo, ni escuchando, la sarta de sandeces que cualquier ‘líder’ político está diciendo a lo largo de las últimas y de las próximas semanas!.

No hay nada nuevo bajo el cielo.

No tienen el mínimo pudor, y siguen sin reconocer los unos y los otros, que No tienen nada que ofrecer.

No se trata de un problema generacional, sino de falta de referentes que merezcan una mínima credibilidad, y que a su vez provengan de una trayectoria honrada, comprometida, sensata y rigurosa en su hacer cotidiano.

Nadie a estas alturas puede decir que con él, todo va a cambiar (al menos no para bien). El centro de las decisiones se ha trasladado hace mucho a consejos de administración. Los lobbis, creados por esos mismos consejos de administración, tratan de influir y condicionar el marco legal y de actuación que desde los parlamentos se trata agónicamente por encauzar.

Hay que ser valientes. Tenemos que pararles los pies. Los parásitos que se han incrustado como lapas a las estructuras de participación y representación, han convertido los partidos políticos, en una comunidad de intereses individuales, que lejos de velar por el bienestar del ciudadano, se han aferrado a los tentáculos de su propia supervivencia, navegando de espaldas, y sin capacidad de ver la profundidad del océano de desesperación en el que viven tantas personas.

Por hacer un ejercicio de funambulismo electoral, … ¿cómo interpretaría el CIS, o los responsables electorales de los partidos, si lejos del número de votos alcanzados por ningún partido político,  el voto en blanco fuera el más alto; lejos incluso de los resultados de quienes ya todos dan como vencedor. ¿Realmente se seguirían sintiendo vencedores? ¿Alguien se sentiría legitimado para formar gobierno?

Votemos con el corazón, y la mente, no con el rencor, ni el revanchismo.
Y si lo que queremos es que la política sea blanca y limpia, que lo sea también nuestro voto.

A fin de cuentas, si no está en sus manos la solución; ¿Qué importa que se vuelvan a convocar elecciones otra vez, cerrado el periodo de creación de gobierno, sin hacerse efectivo? ¿Tal vez podrían plantear claramente los cambios constitucionales necesarios y que la ciudadanía decidiese cómo quiere vivir y quien quiere que les represente?.

K-tarsis.