Decisiones. Acertadas o no, pero decisiones. No hay nada más desconcertante que quien procrastina, (se le enmohecen y pudren los asuntos entre las manos). (el fantasma del futuro)
En la lucha intestina por los centros de poder, se ha alineado la Sra Aguirre, del lado del Sr. Rato, a través de Caja Madrid. (el fantasma del presente)
En el lance, el Sr. Camps, con la chaqueta a jirones, cede su inicial campaña de conquista de poder ante el irreversible pasado que viene a su encuentro. (el fantasma del pasado).
Con estos mimbres, Mariano Rajoy de Dickens habría tenido no para un Cuento de Navidad, sino para una serie de los ‘Episodios Nacionales’ (Mariano Rajoy de Pérez Galdos).
Si algo se podría en Dinamarca, ni te cuento del Castellón de Fabra, o del Alicante de Ripoll.
Las vergüenzas la saca a la luz, como siempre, la amante o esposa despechada. Solo así lo que era un secreto a voces, pasa a quedar plasmado en los Autos Judiciales, e inmortalizados aunque después se saquen de debajo del brazo alguna irregularidad invalidante, de las formas, que ellos no han tenido.
El Far-west en que algunos personajes han convertido esta hasta hace unos lustros, tranquilo (y ¿feliz?) Levante español, desde el Palma Arena, a los contratos de Basura, o adjudicaciones a sus ‘amistades peligrosas’, o aval de inversiones privadas con dinero público (Terra Mítica, Ciudad de la Luz, Ciudad del Ocio, …); han convertido en un tórrido desierto de ilusiones la bondad de los hombres y mujeres que de siempre han trabajado y hacendosamente construido un hogar y sus empresas junto al Mediterráneo.
No nos merecemos a esta sarta de individuos.
Merecemos más respeto.