martes, 20 de julio de 2010

Cartas a Pepe Blanco: "¿Para qué sirve Rajoy?"

Decisiones. Acertadas o no, pero decisiones. No hay nada más desconcertante que quien procrastina, (se le enmohecen y pudren los asuntos entre las manos). (el fantasma del futuro)

En la lucha intestina por los centros de poder, se ha alineado la Sra Aguirre, del lado del Sr. Rato, a través de Caja Madrid. (el fantasma del presente)
En el lance, el Sr. Camps, con la chaqueta a jirones, cede su inicial campaña de conquista de poder ante el irreversible pasado que viene a su encuentro. (el fantasma del pasado).

Con estos mimbres, Mariano Rajoy de Dickens habría tenido no para un Cuento de Navidad, sino para una serie de los ‘Episodios Nacionales’ (Mariano Rajoy de Pérez Galdos).

Si algo se podría en Dinamarca, ni te cuento del Castellón de Fabra, o del Alicante de Ripoll.

Las vergüenzas la saca a la luz, como siempre, la amante o esposa despechada. Solo así lo que era un secreto a voces, pasa a quedar plasmado en los Autos Judiciales, e inmortalizados aunque después se saquen de debajo del brazo alguna irregularidad invalidante, de las formas, que ellos no han tenido.
El Far-west en que algunos personajes han convertido esta hasta hace unos lustros, tranquilo (y ¿feliz?) Levante español, desde el Palma Arena, a los contratos de Basura, o adjudicaciones a sus ‘amistades peligrosas’, o aval de inversiones privadas con dinero público (Terra Mítica, Ciudad de la Luz, Ciudad del Ocio, …); han convertido en un tórrido desierto de ilusiones la bondad de los hombres y mujeres que de siempre han trabajado y hacendosamente construido un hogar y sus empresas junto al Mediterráneo.

No nos merecemos a esta sarta de individuos.
Merecemos más respeto.

Cartas a Jordi: 'Mas y el independentismo'



La batalla larvada y silenciosa de la lucha por el control del dinero, de la fuente de financiación. Un campo de batalla con varios frentes, y no todos ni aliados, ni enemigos necesariamente.
De un lado, ya se encargó el gobierno de Camps de alejar a cualquier representante de los socialistas valencianos, en Bancaja. Y como consecuencia, y en sintonía con la dirección estatal del Partido Popular, se entregó en bandeja de plata la entidad financiera valenciana, dueña también del Banco de Valencia, a Caja Madrid. O tal vez debiéramos llamar a la nueva entidad Caja Aguir-Rato.
En esta lucha entre semejantes, Ripoll con el apoyo del sector empresarial alicantinista, promueve reticencias a la fusión de Cam con otras entidades financieras del estado español. Curiosa esta reacción entre quienes reivindican el Estado Español, frente al desarrollo federal. Sencillamente, no quieren soltar el mordisco de la Caja de caudales. Saben cuan importante es mantener la bolsa de dinero a buen recaudo.

No es mi planteamiento, ni soberanista, ni lo contrario. Simplemente expreso cómo el ciudadano de  a pie, vive absorto por un montón de mensajes (a ver a quienes quieren vender la burra) para justificar sus propias cuitas.

¿Despolitización de las Cajas? O como decían los sectores más reaccionarios de la Universidad, allá por los años 70 y 80 … “no queremos que se politice la universidad”. (claro que hasta entonces, sólo ellos mandaban, solo ellos opinaban, sólo ellos eran visibles).

La iglesia también ha venido manteniendo estrechos lazos con el sector financiero valenciano. Sus deanes y obispos, han ocupado desde años, sillones de representación y decisión en los consejos de administración. Me pregunto qué pasaría si colocásemos superpuestos la distribución de archidiócesis, con el mapa financiero. Segorbe por Castellón, Valencia en la zona centro, y Orihuela por el sur. A esto le llamo “comunión de intereses”.

Como dicen los mayores, ‘que extraños compañeros de viaje trae el dinero’. Promotores y constructores, con la burguesía rural y terrateniente. Da igual que se tiñan de nacionalistas, o de  cantonalistas. Cualquier excusa es buena. Son y serán siempre los mismos. ¡Poderoso caballero es don dinero!.
Y ellos, ‘sense soltar el mos’.