miércoles, 24 de marzo de 2010

Cartas a Jordi: 'Cerrado por reformas'.

(insertat en: http://blog.jordisevilla.org/2010-03-22/cerrado-por-reformas-publicado-en-mercados-de-el-mundo/) Oh Europa!
Así titulaba una serie de humor que nos acercaba a las particularidades de los pueblos y gentes europeas, desde una perspectiva lúdica, del viajero embutacado en un autocar.
Ya se sabe que los ‘tours’ en paquete cerrado, y más si es en autocar, son como son.
Tele-dirigidos, apresurados, vertiginosos, y con poca intensidad en los momentos, dado lo fugaz de su trayecto. Muchos lugares en poco tiempo.

Europa parece haber estado viajando en uno de estos ‘tours’, o al menos nuestros representantes europeos. Algunos de Europa, solo conocen los descuentos en los billetes de las líneas aéreas, y el teléfono de algún conductor de vehículos de alquiler, que les hace el servicio, del aeropuerto al apartamento, y/o al Parlamento.

Bajar, lo que se dice bajar del autocar; pocos lo han hecho. Si lo hicieran con mayor asiduidad, habrían visto que el nivel de vida, o de protección social, o de los salarios, no es el mismo, ni de lejos en las diferentes ciudades y regiones que configuran nuestra ‘casa común’.
Sólo los precios de referencia en los productos de consumo, son los mismos en todos los territorios.

Y emulando otro programa, más actual de la televisión, … ¿Qué tal si durante ’21 días’, vivieran como un mileurista español? Pero en Francia, o en Holanda, o en Italia. O simplemente, siéntense a charlar con algún ‘erasmus’, que ha sobrevivido en alguna universidad de alguna ciudad europea, lejos de la familia, pero gracias a ella. Porque si hubiera tenido que vivir de la ayuda pública, nos vuelven tod@s sílfides, u ‘okupas’.

Tal vez sea una cuestión generacional, y la mía está a caballo entre el antiguo y el nuevo ‘testamento’. Ha muerto el rey ¡viva el rey!... y yo ‘republicano’ jod…..

El modelo Federal, no es la panacea, pero es probablemente el menos malo de los sistemas conocidos. Y si dejamos los falsos patriotismos, chovinismos, y miopías ideológicas y políticas, apartados de cualquier tentación, lejos de nuestros pensamientos; tal vez, sólo tal vez, avistemos un pequeño claro en el bosque europeo. Y así construir allí nuestra ‘casa común’. Sin barreras, pero con cobijos. Sin cerraduras, pero con seguridad. Con respeto y sin miedos a ser más y mejores. Aprender a vivir y ser políticos, desde una perspectiva global, y singular a la vez. Un danés cocinando una paella, con un valenciano que bebe cerveza danesa. ¿Lo entienden? No somos tan distintos, como algunos se empeñan en hacer creer.