sábado, 9 de octubre de 2010

Cartas Jordi: "Meditaciones sobre una huelga.".


( Insertat en: http://blog.jordisevilla.org/2010-10-04/meditaciones-sobre-una-huelga-publicado-en-mercados-de-el-mundo/) ¿Porqué nos empecinamos en tratar igual (sistema jurídico social) a las grandes corporaciones, empresas, y holdings; junto con los pequeños comercios, talleres, fábricas, almacenes de transformación, pequeñas empresas manufactureras, y despachos y oficinas?
Son realidades bien diferentes, que por desgracia se ven obligadas a competir con las condiciones que las grandes exigen.
La mayor parte del empleo se encuadra en esas llamadas pequeñas y medianas empresas. Esas que sobreviven, nacen y mueren sin grandes impactos individuales en los noticieros y estadísticas nacionales, pero que carcomen los cimientos de una sociedad sencilla, honrada y trabajadora, que funciona si el resto también lo hace, y que aguanta hasta el límite a sus empleados porque ellos y ellas son quienes conforman su proyecto empresarial y sus relaciones con su entorno.

Los ERE’s (expedientes de regulación de empleo) que han seguido las grandes corporaciones financieras, son herramientas en manos de personal altamente cualificado, a las órdenes del ‘dividendo’, que sacrifican lo que sea para salvar los intereses de una masa a veces desconocida e impersonal de potentes inversores. Estos inversores forman normalmente una masa endogámica en todos los sectores predominantes y directores de la política económica y de las políticas de precios.
Quitémonos la venda de los ojos de la llamada ‘libre competencia’ y desenmascaremos a la connivencia de las grandes fortunas, las grandes empresas, y las grandes corporaciones, para marcar el paso de sus pequeños proveedores, sus políticas extorsionadoras a las Pymes, y la asfixia a que someten a través de sus corporaciones financieras, a los honestos y sacrificados empresarios y trabajadores que luchan por un crédito, por cobrar unas letras, por esperar en la desesperanza que transcurran los todavía exagerados plazos de cobro de efectos comerciales a que les someten los grandes, bajo el silencio y la inoperancia de los controladores públicos.

En cuanto a la lucha o defensa de las prestaciones públicas, (desempleo, jubilación, etc…), no sean hipócritas, y aplíquese una política en la que se responsabilice a todos los componentes de la masa productiva de su aportación solidaria y progresiva a los recursos públicos que refuercen el futuro de estas prestaciones.
Si cotizo por 30 y recibo por 10, algo falla. Si tributo para tener buenos servicios públicos, pero estos se derivan a privatizaciones sistemáticas en las que se regala lo rentable, a inversores privados, asumiendo desde lo público todo lo deficitario, algo falla. Si desde la Administración se hace dejadez de la aplicación de sus funciones y obligaciones, permitiendo toda una corruptela de sobrecostes en sus inversiones, comisiones y pagos de favores a bolsillos opacos, algo falla.

Corrompe quien puede, no quien quiere. Se corrompe quien puede, y quiere.

¿De verdad van a responder con sus dineros y bienes quienes realicen gestiones catastróficas de los bienes de los demás? ¿Responde el consejo de administración de su mala gestión? ¿Responde la corporación y equipo de gobierno, de su nefasto control y gestión de los recursos públicos que los ciudadanos han puesto en sus manos? ¿Responde el padre de familia de sus deudas y correrías?.
El perjudicado siempre viene a ser el mismo, y este mismo, raramente coincide con quien generó este caos financiero, este desorden en la paz y tranquilidad de millones de familias.

A Dios, lo que es de Dios, y al César, lo que es del César; pero sea uno u otro, que se aplique justicia, y que cual Salomón, corte por donde deba de cortar, y caiga quien debe de caer.

Buenos días, y un Bon dia festiu. Bon 9 d’Octubre!