domingo, 12 de septiembre de 2010

Cartas a Jordi: "Lo que quede de legislatura"


(insertat en: http://blog.jordisevilla.org/2010-09-06/lo-que-quede-de-legislatura-publicado-en-mercados-de-el-mundo/ )

A la vista del escenario actual, no parece descabellado, aunque no sea posible por los ciclos parlamentarios, y con varias contiendas electorales de por medio, elevar a debate general y público entre la ciudadanía, la necesidad de dotarse de unos representantes sociales (sindicales, empresariales, colegiales, y políticos) con una visión más elevada del beneficio general, y de defensa de los niveles de garantía y calidad social de que nos hemos ido dotando a lo largo de décadas.
No tiene porqué estar reñido mejora del sistema de calidad social, con la mejora de la competitividad de nuestras empresas e industrias.
Producimos ocio, bienes de consumo, bienestar social, tecnología, y elementos que doten de valor añadido a nuestro sistema productivo.
Seguimos sin embargo, dotando con becas mileuristas a nuestros jóvenes científicos e investigadores.

La posibilidad o alternativa de derivar el coste de las prestaciones públicas de asistencia sanitaria, pensiones, y prestaciones sociales al cajón de sastre de los presupuestos generales del estado, o a un ente gestor que con participación del impuesto de sociedades (reformado), de las aportaciones del erario público, y de las contribuciones particulares o colectivas de trabajadores y empleados, etc… pueda gestionar eficientemente tanto el debido cumplimiento de las obligaciones de sus miembros, como del correcto uso y no abuso de sus prestaciones a los usuarios finales.

Buscar las economías de escala y la implicación de las Administraciones Autonómicas en la mejora de la calidad de vida de sus ciudadanos. ¿Cómo mejor que así para que el ciudadano vea de manera clara y directa en qué y cómo, o con qué se gastan los dineros de todos las distintas administraciones?

Con ello, no se puede, ni debe buscar agravios comparativos, porque partimos todos de un punto inicial común. Y si quien representa a cada ciudadano no cumple adecuadamente con sus obligaciones, o con sus prioridades, deberá responder en su ámbito de su responsabilidad y mala gestión.

Entendamos la competitividad desde un punto de vista innovador, trasgresor y retroactivo. Según se haga, se recibirá.

… ¡Cúmplase en sus estrictos términos! 
(postilla que tal vez debamos tod@s empezar a cumplir).