(insertat en: https://www.blogger.com/comment.g?blogID=34392934&postID=878794622225555664) El recuerdo de eso que llamamos “fichar”, cada 2 o 3 meses, es una pesadilla nada recomendable para nadie.
El intentar incorporarse al mercado de trabajo, al inicio de una crisis, es una labor descorazonadora.
La espera, o desesperación por la no llamada desde los servicios públicos de empleo, ofreciendo una oportunidad de empleo – non comment -.
Es responsabilidad de todos los poderes públicos, mejorar la docencia y educación de las personas en todos los ciclos y etapas. Preparar a profesionales en todos los niveles, para que presten a la sociedad su esfuerzo y trabajo, para mejorar personal y socialmente.
Es una terrible des-inversión, y una bancarrota para cualquier país formar durante 11, 14 o 15 años a personas en actividades sobresaturadas, y a la par, no dotar de los recursos y medios adecuados, para cubrir las necesidades formativas en campos infradotados de esos profesionales requeridos por el mercado de trabajo.
Esta sociedad no puede permitirse el lujo de tener en la vía muerta a multitud de buenos profesionales, con un potencial enorme que ofrecer.
Un amigo me decía hace unas semanas, ‘ahora es el momento de hacer las reformas de la casa, porque puedes elegir a los mejores profesionales, y además vienen pronto.’
Trabajo justo por un salario justo. Trabajo justo, por un negocio justo. Mantenimiento de las economías domésticas, sin lujos, pero con la seguridad de salvaguardar unos mínimos dignos, que permitan conciliar el sueño a la mayoría de ciudadanos. Los que deban pagar, porque ven que llegan a cumplir los plazos, y los que deban cobrar, porque ven satisfecho su justa recompensa por el trabajo prestado.
Y mucho ánimo a las personas que tengan un tropiezo en su actividad laboral.
Es responsabilidad de todos los poderes públicos, mejorar la docencia y educación de las personas en todos los ciclos y etapas. Preparar a profesionales en todos los niveles, para que presten a la sociedad su esfuerzo y trabajo, para mejorar personal y socialmente.
Es una terrible des-inversión, y una bancarrota para cualquier país formar durante 11, 14 o 15 años a personas en actividades sobresaturadas, y a la par, no dotar de los recursos y medios adecuados, para cubrir las necesidades formativas en campos infradotados de esos profesionales requeridos por el mercado de trabajo.
Esta sociedad no puede permitirse el lujo de tener en la vía muerta a multitud de buenos profesionales, con un potencial enorme que ofrecer.
Un amigo me decía hace unas semanas, ‘ahora es el momento de hacer las reformas de la casa, porque puedes elegir a los mejores profesionales, y además vienen pronto.’
Trabajo justo por un salario justo. Trabajo justo, por un negocio justo. Mantenimiento de las economías domésticas, sin lujos, pero con la seguridad de salvaguardar unos mínimos dignos, que permitan conciliar el sueño a la mayoría de ciudadanos. Los que deban pagar, porque ven que llegan a cumplir los plazos, y los que deban cobrar, porque ven satisfecho su justa recompensa por el trabajo prestado.
Y mucho ánimo a las personas que tengan un tropiezo en su actividad laboral.
MAX