lunes, 23 de noviembre de 2009

Cartas a Jordi: "Cuestión de ADN".

(insertat en:http://blog.jordisevilla.org/2009-11-22/cuestion-de-adn/ ) Don Manuel Jordán, me parece que nos decía que los romanos, no cerraban ninguna institución, simplemente el desuso de estas las hacía inservibles, y con el tiempo desaparecían. Creo que los romanos desconocían cómo se arraigan algunas instituciones a la ‘teta’ de los Estados, desde multitud de ramificaciones, anclándose junto con ellas, y mimetizándose con el entorno.
Cuando estuve unos meses en la ciudad que en la actualidad te acoge, tuve la ocasión de ver desde la perspectiva de un estudiante joven universitario e idealista, cómo en el mundo del asociacionismo estudiantil y de la representación de este tan gran colectivo, se habían diseñado “cortinas de humo” para que la gente diese como interlocutores válidos, y pudiese identificar, aquellas pequeñas chimeneas de humo que éramos las asociaciones que nos reuníamos en el ministerio (entonces Alfredo Pérez Rubalcaba, era Secretario de Estado de Educación) para debatir y negociar sobre la LOGSE.
También al principio de aquellos tiempos, tuve la oportunidad de coincidir en una cena cerca de Cuatro caminos, con D. Jose Antonio Maravall, y quedaron grabadas en mi memoria unas frases suyas (en relación a la reforma anterior de la LODE): “la ley en sí puede ser muy buena, pero si no existe voluntad o convencimiento por parte de los colectivos implicados, de aplicarla en su espíritu, puede devenir en una ley nefasta”. Perdón si no soy literal en la frase, pero el sentido, era el arriba expresado.
La FAO, como muchas organizaciones relacionadas con temas de interés planetario y humano, están formadas por personas. Y las personas tenemos nuestros pros y contras. Además en el caso de las Administraciones, la burocratización de éstas, origina una enorme bola de gasto previo a la toma de cualquier iniciativa o acción.
Esta falta de agilidad y de optimización de los recursos es lo que crea la desconfianza de los ciudadanos. Y la que hace que algunos se decidan por participar altruistamente en proyectos, ONG, asociaciones, colectivos, movimientos, etc… que aún no han evolucionado en sus estructuras hasta el punto de no poder mover el músculo de la concienciación, del trabajo solidario, de la respuesta a la acción-reacción.
Cuando ocurren desgracias (terremotos, pandemias, sunamis, …) son las asociaciones y organizaciones No gubernamentales, las primeras en llegar. ¿Por qué? Porque se pueden mover como gacelas, en vez de cómo hipopótamos –las administraciones-.
- Simplificación de estructuras.
- Desbroce de estructuras administrativas.
- Poda de rémoras y directivos anclados en los despachos.
- Interconexión, o mejor “transversalidad” y “coordinación” a la hora de actuar y tomar decisiones.
- Educación desde la infancia en la necesidad de una sociedad más solidaria, más justa, más ejemplarizante.
¿Compromiso por parte de los Gobiernos? Si, pero también de las empresas (que son las que más contaminan), de los hogares (que seguimos sin tener hábitos sostenibles), de los individuos (que miramos para otro lado), de nuestras conciencias egoístas en general, de tod@s.
Empecemos por uno mismo, y sumemos poco a poco a otros más. O como decía Jose Antonio Labordeta … tu y yo, y los demás.