jueves, 1 de julio de 2010

Cartas a Pepe Blanco: "Tiempos Modernos"

( insertat en: http://www.elcuadernodepepeblanco.com/?p=167#comments )   Mi muy estimado compañero, Pepe,

Somos muchos los que nos negamos de pequeños a responder mimética y memorísticamente a las preguntas del ‘catecismo’, sencillamente, porque preferíamos el valor de la historia, del porqué y del cómo, en vez de las respuestas fáciles y simplificadores de una memoria prodigiosa que respondiera como papagayos a las preguntas o estímulos del de enfrente.
Desgraciadamente, sigue siendo este método memorístico el que predomina en el acceso a la administración. No se plantean fórmulas que razonen planteamientos, y los defiendan, aunque se demuestren equivocados.
El uso de la razón, frente al uso del asentimiento, del credo, de la doctrina, o del ‘señor’.
Como seres libres, decidimos pensar por nosotros mismos, abandonando yugos innecesarios que lastren nuestra decisión y nuestra respuesta ante lo nuevo, lo desconocido, sea ello amenazas u oportunidades.
Un gran sector de nuestra sociedad mantiene lastrada dos notas: la primera es la respuesta doctrinal, que responde como un estímulo a una acción, pero sin reflexión. Y la segunda, el uso de la memoria, como un volcado sin criba, sin orden, solo recreado fuera de sí, pero sin saber bien si se trata de una erupción, o un vómito. O si lo prefieres, vomitan un temario aprendido, que no entendido.
Las recetas están bien como base de una cocción alimentaria, pero de nada sirve si el cocinero no regula adecuadamente el calor a aplicar, o la mesura de los ingredientes, o la aportación de nuevos métodos o combinaciones que enriquezcan y hagan único el plato a cocinar. Ahí es donde se distingue un ‘gran cocinero’ de un cocinillas; el artista y creador, del falsificador o copista.

Aunque el resultado pueda parecer similar. Tod@s sabemos que no son lo mismo.

Un fuerte abrazo, y a seguir pensando